el temblor es obvio para cualquiera que lo observa
la rigidez es un fenómeno que sólo comprueba el médico; y la acinesia es un trastorno mucho más complejo y desconcertante para todos cuantos la presencian.
La acinesia es responsable de que el enfermo parkinsoniano camine más y más despacio, utilice sus manos con una premiosidad que desconcierta, su expresión se vuelva impávida y su voz débil e inaudible. Además, esta acinesia puede presentarse de manera más acusada, inopinadamente un día u otro de la enfermedad. Es entonces cuando el enfermo se queda clavado al suelo sin poder dar un paso y sin poder articular palabra.
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